Como dice Krishnamurti, “Cuando la inseguridad en busca de certezas nos domina, el pensamiento se convierte en nuestro enemigo”.
La duda patológica es vista como una forma de pensamiento repetitivo que lleva a la persona a cuestionar constantemente sus decisiones, acciones y pensamientos, sin llegar a una conclusión satisfactoria.
El mecanismo que crea el círculo vicioso de la duda es: Si cuando más buscas encontrar una respuesta que te tranquilice frente a una duda, mediante argumentos distintos, encuentras una posible respuesta.. pero te aparece una nueva pregunta que te hace poner en duda todo lo argumentado anteriormente.. De forma que te sientes obligado a responder a esta nueva pregunta para volver a tranquilizarte.. Sin haberte dado cuenta, te encuentras perdido en el interior de un laberinto del que no consigues salir.
Ejemplo
Te preguntas; ¿Y si no he cerrado bien la puerta de casa? Y haciendo memoria durante un momento de reflexión.. recuerdas haber echado la llave. No obstante, segundos después piensas; ¿Y si este recuerdo es de ayer y no de hoy?..
Este ciclo de dudas es impulsado por la necesidad de certeza absoluta y por el temor a cometer errores, lo que lleva a una incapacidad de tomar decisiones o de sentirse seguro en sus elecciones.
Características de la duda patológica
La duda patológica es un recurso que el individuo utiliza para buscar continuamente una respuesta definitiva que elimine la incertidumbre, pero, en lugar de encontrar claridad, solo genera más confusión y angustia.
Este ciclo puede volverse cada vez más intenso, manteniendo al paciente atrapado en un estado de ansiedad constante.
Aquí tienes un cuestionario para evaluar la presencia de duda patológica, diseñado para ayudar a identificar los patrones de duda excesiva y su impacto en tu vida diaria.
Instrucciones: Responde «Sí» o «No» a las siguientes preguntas y reflexiona sobre tus respuestas al final.
- ¿Tiendes a cuestionarte repetidamente si has tomado la decisión correcta, incluso después de haberla tomado?
– Sí
– No
- ¿Sientes la necesidad de revisar constantemente detalles antes de tomar cualquier decisión, incluso en situaciones cotidianas?
– Sí
– No
- ¿Evitas tomar decisiones importantes por miedo a que puedan ser incorrectas o a que algo salga mal?
– Sí
– No
- ¿Te resulta difícil confiar en tu propio juicio sin la validación o aprobación de otras personas?
– Sí
– No
- ¿Te preocupas por los posibles errores o consecuencias de cada decisión, al punto de sentirte paralizado/a?
– Sí
– No
- ¿Vuelves a revisar mentalmente tus decisiones después de haberlas tomado, buscando posibles errores o fallos?
– Sí
– No
- ¿Evitas actuar en ciertas situaciones debido a la incertidumbre sobre el resultado?
– Sí
– No
8 ¿Sientes que pasas mucho tiempo analizando alternativas o consecuencias de las decisiones, incluso cuando son cosas pequeñas?
– Sí.
– No
- ¿Experimentas ansiedad o incomodidad si tienes que decidir rápidamente y sin mucha información?
– Sí
– No
- ¿Te encuentras atrapado/a en ciclos de «parálisis por análisis», donde sigues pensando sin llegar a una decisión final?
– Sí
– No
Interpretación de Resultados
Mayoría de «Sí»
Tus respuestas sugieren que puedes estar experimentando duda patológica. Esto significa que la necesidad de certeza y la falta de confianza en tus decisiones están afectando tu vida diaria. Puede ser útil explorar estrategias para gestionar la duda, como la “tolerancia a la incertidumbre” y la “reducción de la revisión excesiva”. También podrías considerar buscar apoyo profesional.
Mayoría de «No»
Parece ser que dudas dentro de un rango normal y que estas dudas no están limitando significativamente tu capacidad para tomar decisiones. La duda no controla tus acciones ni te paraliza de forma significativa. Sin embargo, si experimentas algunas dudas que sí afectan áreas específicas de tu vida, puede ser útil trabajar en estrategias para mejorar la confianza en tus decisiones y reducir la ansiedad.
¿Todos podemos ser víctimas de la duda patológica?
Absolutamente, porque es una perversión de la inteligencia. La ilusión de creer que la razón lo solventa todo es una perversión de la inteligencia. A más inteligente la persona, más riesgo tiene de caer en la trampa.
¿Cómo reducir la duda patológica?
La duda patológica puede conducir a una disminución de la confianza y de nuestra capacidad para tomar decisiones.
Vencer sin combatir, cuanto más luchas, más importancia le das al problema y más presente estará.
Tal y como aparece la duda, podemos dejarla estar en nuestra mente, sin luchar… Sin embargo, si decides combatir.. coge lápiz y papel y ¡Qué comience la batalla!
- Identificar la Pregunta y Evaluar su Realismo
Las preguntas de la duda patológica a menudo se basan en hipótesis extremas o miedos exagerados que no tienen una base realista. Al identificar estas preguntas, puedes analizarlas y reducir su impacto.
- Ejemplo de pregunta: “¿Y si esto sale mal y termina arruinando todo?”
- Cuestionamiento: “¿Qué evidencia real tengo de que este error arruinará todo? ¿Hay otros resultados posibles menos graves?”
Este enfoque ayuda a la persona a ver que no todos los resultados son catastróficos y que, en la mayoría de los casos, el miedo está exagerando el impacto posible.
- Reformular la Pregunta con un Enfoque de Proporción
Las personas con duda patológica tienden a anticipar el peor escenario. Reformular la pregunta para enfocarse en posibilidades más equilibradas ayuda a reducir la intensidad de la duda.
- Ejemplo de pregunta: “¿Y si no hago esto de la forma correcta y todo falla?”
- Cuestionamiento: “¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Es tan grave o irreversible? ¿Cuántas veces he tenido miedo de equivocarme y las cosas resultaron bien de todos modos?”
Este tipo de reformulación permite a la persona relativizar sus preocupaciones, viendo que la posibilidad de fracaso absoluto es baja y, si ocurre, puede manejarse.
- Cambiar el «Y si…» por el «¿Qué puedo hacer si sucede?»
La duda patológica suele girar en torno a preguntas del tipo «¿Y si…?» que desencadenan ansiedad y temor. Cambiar estas preguntas por «¿Qué haré si sucede?» ayuda a empoderar a la persona, dándole una alternativa en lugar de quedar atrapada en la anticipación.
- Ejemplo de pregunta: “¿Y si no puedo controlar lo que siento y me paralizo?”
- Cuestionamiento: “Si realmente ocurre, ¿qué pasos puedo dar para manejar la situación en lugar de preocuparme tanto por evitarla?”
Este enfoque reorienta el pensamiento de la persona hacia soluciones prácticas, reduciendo la parálisis por análisis y aumentando la confianza en su capacidad para enfrentar los resultados.
- Cuestionar la Necesidad de Certeza Absoluta
La duda patológica suele basarse en la creencia de que es necesario tener seguridad absoluta antes de actuar. Cuestionar esta necesidad ayuda a desarrollar tolerancia a la incertidumbre.
- Ejemplo de pregunta: “¿Cómo puedo estar seguro de que esto es la decisión correcta?”
- Cuestionamiento: “¿Realmente necesito estar 100% seguro para tomar esta decisión, o puedo manejar las consecuencias sin conocer todos los detalles?”
Al permitir un margen de incertidumbre, la persona aprende a actuar sin necesitar confirmación constante, disminuyendo la frecuencia de las dudas.
- Contrastar la Pregunta con la Realidad Pasada
A menudo, las preguntas de la duda patológica no reflejan situaciones reales y comprobadas. Contrastar la pregunta con experiencias pasadas ayuda a ver que el miedo no suele materializarse como se espera.
- Ejemplo de pregunta: “¿Y si esta vez realmente cometo un error y no puedo solucionarlo?”
- Cuestionamiento: “¿Cuántas veces he temido equivocarme y, cuando ha pasado, he podido manejarlo? ¿Qué puedo aprender de esas experiencias para manejar la situación ahora?
Este método reduce el miedo y fomenta la confianza en la capacidad de manejar errores, reforzando la seguridad en la toma de decisiones.
- Preguntarse por el Impacto a Largo Plazo
En la duda patológica, la persona se centra en el impacto inmediato de sus decisiones. Preguntarse por el impacto a largo plazo ayuda a reducir la importancia de cada decisión ya relativizar sus consecuencias.
- Ejemplo de pregunta: “¿Qué pasa si me equivoco en esta elección?”
- Cuestionamiento: “¿Este error seguirá siendo relevante o afectándome dentro de un mes o un año?”
Esta reflexión permite ver que muchas decisiones tienen un impacto menor de lo que parece y que el efecto de un posible error se diluirá con el tiempo.
- Validación a Través del Enfoque en Valores Personales
Una persona con duda patológica suele olvidar sus valores y deseos personales por miedo a equivocarse. Reformular las preguntas en función de los propios valores ayuda a tomar decisiones más alineadas con lo que realmente desea.
- Ejemplo de pregunta: “¿Será esta la elección correcta o me arrepentiré?”
- Cuestionamiento: “¿Esta decisión está en línea con lo que es importante para mí y con mis valores? ¿Qué tan probable es que me arrepienta si tomo una decisión que refleja lo que realmente deseo?”
Este enfoque permite que la persona valide sus decisiones internamente y reduzca la dependencia de confirmación externa.
Estos métodos ayudan a cuestionar y reformular las preguntas que alimentan la duda patológica, promoviendo una mayor seguridad en las decisiones y una tolerancia adecuada a la incertidumbre